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| C | V. XXV | N. 29 | - | 2020 | | ISSN (): - | ISSN ( ): - |
Introducción
En el año 2020, aproximadamente,
50 mil millones de dispositivos se
encontrarán conectados a Internet, esto
debido al auge de tecnologías como el
Internet de las Cosas o IoT (Mekki &
et al., 2019). Actualmente, el sector
agrícola requiere automatizar gran
parte de sus procesos, es por ello que
el uso de soluciones de modernización,
como el Internet de las cosas (IoT),
cloud computing o big data se viene
intensicando, todo esto con la nalidad
de industrializar y mejorar sus sistemas
productivos, debido al aumento en la
demanda de alimentos y en su calidad
(Tzounis & et al., 2017). La nalidad es
que los productores tengan la capacidad
de usar esta tecnología y monitorear los
sensores remotamente a través de una
conexión a internet (Khanna & et al.,
2019).
Existen diversos problemas en la
agricultura, los cuales podrían ser
mitigados con el uso de IoT, además
introducen el término “informática
agrícola” o “agricultura electrónica”, la
cual busca contribuir en la mejora de la
agricultura a través del uso de tecnologías
de la información y comunicaciones o TIC
(Mekki & et al., 2015). Adicionalmente,
el incremento de la población, sumado
a los cambios climáticos, han provocado
una disminución de las tierras cultivables
y recursos naturales, creando una
preocupación real en la producción de
alimentos de calidad a un menor costo,
es aquí donde tecnologías como el IoT
y el análisis de grandes cantidad datos,
toman posicionamiento, usándose como
herramienta para mejorar la productividad
y eciencia operativa en los procesos
agrícolas (Elijah & et al., 2018).
IoT y el uso de sensores inteligentes
han venido demostrando claramente, su
contribución en aplicaciones del sector
agrícola. Para lograr ese cometido, se
debe realizar un análisis exhaustivo de
los requerimientos del negocio buscando
que la tecnología pueda ser un medio de
apoyo y no de obstaculización o demora
en la mejora de los procesos productivos
(Ray, 2017).
Kapoor & et al. (2016) analiza a la
denominada “agricultura inteligente”
en la que el uso de sensores y actuadores
son añadidos en las actividades diarias
de la agroindustria. Además, señala
que la agricultura de precisión, IoT,
procesamiento de imágenes, telemetría,
cloud computing, big data, inteligencia
articial, blockchain (Ferrández & et
al., 2016) son algunas de las tecnologías
utilizadas actualmente, las cuales
han venido teniendo un crecimiento
exponencial en los últimos años (Stočes
& et al., 2016).
Perú no es ajeno a la inclusión del
IoT, es por ello que, diversos estudios,
demuestran que la agroindustria peruana
requiere el uso de tecnología para mejorar
su producción tal como se aplica en la
región de Piura, en donde se cuenta con
un prototipo que incluye sensores para
medir oxígeno, temperatura y dióxido de
carbono en el proceso de fermentación
de cacao, estos datos son mostrados en
un sistema de información que ayuda
a monitorear el proceso en tiempo real
(Ipanaque & et al., 2017).
Por otro lado, el uso de sensores para
el control tosanitario de las plantas de
diversos frutos, con lo cual se busca agregar
inteligencia en los cultivos e identicar los
problemas y aplicar medidas preventivas
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