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Las componentes ambientales en el diseño urbano:
Lima - Perú
resumen
Las ciudades contemporáneas siempre tienden a relacionarse con el peatón
de manera más evidente, integrando estrategias de diseño bioclimático
con el n de otorgar una urbe más sostenible y habitable. La relación
entre ambiente y hábitat construido en la historia de la humanidad ha
sido imprescindible, visto que los recursos naturales fueron los únicos
disponibles hasta el siglo pasado. La excesiva cementicación de la ciudad
ha nuevamente puesto delante de los profesionales del sector un nuevo
reto: considerar las componentes ambientales en la etapa de diseño y
planicación urbana. Por eso, asoleamiento, viento, humedad y vegetación,
entonces no son simplemente ornamentos y decoraciones de la ciudad, sino
que se convierten en factores principales de determinación de ejes viales,
altura de edicios, espacios públicos y áreas verdes. El caso estudio se
concentra sobre Lima, capital del Perú, que a pesar de los grandes esfuerzos
efectuados durante el periodo post pandemia resulta ser una de las ciudades
con mayores problemas en la consideración de diseño bioclimático como
instrumento clave de su regeneración. Las características propias del lugar,
como la latitud y vientos predominantes entre otros, han sido muy poco
consideradas en las décadas, entregando a la población una ciudad que
carece de grandes parques, que no se protege del asoleamiento sobre todo en
verano y que no elimina la humedad elevada, sino que parece casi que eleva
el problema a un nivel insoluble.
Palabras clave: Diseño urbano, diseño bioclimático, asoleamiento, viento,
humedad, vegetación
absTracT
Contemporary cities increasingly tend to relate to pedestrians in a more
evident way, integrating bioclimatic design strategies to provide a more
sustainable and livable city. e relationship between environment and
built-in habitat in the history of humanity has been essential since natural
resources were the only ones available, until the last century. e excessive
urban cementication has once again placed a new challenge before the
professionals of the sector: considering the environmental components
in the urban planning and design steps. For this reason, sunlight, wind,
humidity and vegetation are not simply ornaments and decorations of
the city, but become the main factors in determining road axes, height of
buildings, public spaces and green areas. e case study focuses on Lima,
the capital of Peru which despite the great eorts made during the post-
pandemic period, turns out to be one of the cities with the greatest problems
in considering bioclimatic design as a key instrument for its regeneration.
e own characteristics of a site, such as the latitude and prevailing winds,
among others, have been little considered in the decades, giving the
population a city that lacks large parks, that is not protected from sunlight
F N
1 Universidad San Ignacio de
Loyola, Universidad de San
Martín de Porres, Lima - Perú
Autor para correspondencia
federiconapoli.arq@gmail.com
Environmental components in urban design: Lima - Peru
Recibido: mayo 06 de 2022 | Revisado: mayo 13 de 2022 | Aceptado: mayo 24 de 2022
| C | V. XX IV | N. 28 | PP. - | - |  || C | V. XX IV | N. 28 | PP. - | - |  |
© Los autores. Este artículo es publicado por la Revista Campus de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad
de San Martín de Porres. Este artículo se distribuye en los términos de la Licencia Creative Commons Atribución No-comercial
– Compartir-Igual 4.0 Internacional (https://creativecommons.org/licenses/ CC-BY), que permite el uso no comercial,
distribución y reproducción en cualquier medio siempre que la obra original sea debidamente citada. Para uso comercial
contactar a: revistacampus@usmp.pe.
https://doi.org/10.24265/campus.2022.v27n33.07
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Introducción
El concepto de ciudad ecológica
que tiene en consideración ciertos
aspectos medioambientales para su
diseño es algo que se viene codicando
en las últimas décadas, (Javier, 2021).
Efectivamente, en el pasado, las urbes
eran concebidas con relación a fuentes
de agua cercanas, se ubicaban en lugares
un poco sobreelevados o utilizaban la
misma geografía del sitio para protegerse,
pero también para dominar el territorio
circundante. En todos los casos, las
ciudades eran dotadas de un sistema de
democratización del acceso solar: es decir,
sus edicaciones recibían correctamente
la luz natural durante todo el día, puesto
que no existían sistemas de iluminación
articial, por lo tanto, la correcta
orientación era la única posible solución.
La polis griega de Priene (siglo IV a.C.),
por ejemplo, está situada encima de un
promontorio con vista predominante
hacia el sur y sureste, perfecta orientación
considerando su latitud (37° Norte) y por
lo tanto, la dirección del sol desde el sur
durante todo el año (Figura 1).
Figura 1
Diagrama solar de Priene, Grecia, 37° N - 24° E, Sun-Path de Andrewmarsh, 2021
El mismo Sócrates describiendo las
condiciones de las viviendas demuestra
claramente que los griegos tenían un
conocimiento muy grande de la bóveda
celeste y del movimiento aparente del
sol: el sistema del pórtico orientado a sur
tenía la función de repararse de los rayos
solares del verano, más intensos, y al
especially in summer and that does not eliminate high humidity, but it
seems almost to raise the problem to an insoluble level.
Keywords: Urban planning, bioclimatic design, sunlight, wind, humidity,
vegetation
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mismo tiempo permitían su penetración
durante el inverno, cuando la inclinación
solar efectivamente es más baja. Al
igual que Priene, la ciudad de Olinto
también presenta ciertos criterios que hoy
llamaríamos “bioclimáticos”, como las
calles paralelas a los puntos cardinales (ejes
norte-sur y este- oeste) con el n de tener
siempre una fachada más fresca durante el
verano y una más expuesta a la radiación
solar durante el invierno y entonces
aprovechar el calor de manera pasiva.
En el primer capítulo del sexto libro de
“De Architectura de Vitruvio, el autor
latino escribe: “Muy distinta es la forma
de construir (…) en regiones o tierras
que ofrecen características diferentes, ya
que hay zonas donde la tierra se ve muy
afectada por el curso del sol; otras están
muy alejadas y otras, en n, guardan
una posición intermedia y moderada
(Vitruvio, 1997, p. 144).
Analizando el texto, el autor indica
como todo tipo de arquitectura no puede
prescindir de su contexto y el aspecto
solar es de primaria importancia al
momento de su diseño. Algo que todas
las culturas antiguas tenían muy claro,
inclusa la incaica que ha creado algunos
ejemplos majestuosos de arquitectura
y urbanismo ecológico ante litteram,
como en el caso de Machu Picchu. La
ciudad en el río Urubamba, de hecho,
tiene una orientación tal que permite
a todos los edicios recibir la cantidad
adecuada de radiación solar durante todo
el día: su eje principal es norte-sur; por
lo tanto, se generan construcciones hacia
el este y el oeste según la pendiente del
terreno, integrándose perfectamente con
topografía.
La civilización inca también tenía
conocimiento del movimiento aparente
solar, evidente en los templos dedicados
al dios Sol y en los ushnu de las plazas
que tienen una fuerte referencia a las
posiciones de la estrella y de la Luna en los
diferentes momentos del año. Además,
la cruz andina o chacana representa en
su totalidad una especie de calendario
indicando las múltiples posiciones del sol.
La lectura del mundo vernáculo, histórico
y tradicional, entonces, es importante
para comprender cómo efectivamente
no siempre la respuesta a las condiciones
ambientales se puede resolver mediante
equipos mecánicos de alta tecnología
o a través de fachadas compensatorias
(Frampton, 1983), sino el uso apropiado
de recursos locales, como el sol, el viento,
el agua y la vegetación contribuye a un
desarrollo ambiental da la urbe más
ecológico y sostenible.
La ciudad contemporánea es el
resultado de una serie de experimentos
del siglo pasado (Javier, 2021). Durante
el Movimiento Moderno de hecho
empieza a difundirse, antes en Europa
y luego en todo el mundo, una manera
única de ver la arquitectura: el Estilo
Internacional que tenía como objetivo lo
ser utilizado como modelo en todos los
contextos diferentes. Grandes arquitectos
como Le Corbusier o Mies Van der Rohe
han dejado una herencia increíble de
sus obras maestras en el mundo, pero
analizando algunos aspectos podemos
identicar ciertos problemas de nuestras
ciudades: el famoso lema “Less is more
y su eliminación de cornisas, ornamentos
con el n de limpiar la arquitectura de
elementos meramente decorativos, ha
llevado a un lenguaje arquitectónico de
fachadas sin aleros, completamente lisas
y con grandes aberturas vidriadas al ras
con el muro exterior (Figura 2).
L      : L - P
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Figura 2
Típico edicio de la ciudad de Lima que ha eliminado todas cornisas y aleros para protegerse
del sol
Ciertas soluciones, quizá funcionales
a determinadas latitudes para aprovechar
del asoleamiento, en zonas tropicales
no es lo ideal, siendo la fuerte radiación
solar una grande amenaza para el alcance
del confort ambiental. Entre otros,
la eliminación de la masa del muro
perimetral exterior deja los edicios a
la merced de cambios térmicos diurnos,
por lo tanto, durante el caluroso día la
temperatura interna será muy similar o
superior a la externa y, al mismo tiempo,
durante la noche bajará repentinamente.
La continua cementicación de
las ciudades, la eliminación y no
implementación de áreas verdes con
suelo permeable y la sobrepoblación ha
aumentado notablemente el fenómeno
de las islas urbanas de calor, es decir,
diferencias térmicas considerables entre
las zonas más pobladas de un área urbana
y sus periferias. Gastos energéticos,
consumos excesivos e incontrolados de
recursos hídricos, un incesante consumo
de suelo, están a la base de las problemáticas
de la ciudad contemporánea. Hay
soluciones alternativas y más ecológicas
y todas utilizan conscientemente el
contexto medioambiental con el n de
identicar las mejores estrategias según el
lugar especíco (Filipe, 2018).
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Contenido
Así como en la arquitectura
bioclimática existen criterios de diseño
que sirven para dar unos lineamientos
generales a partir del contexto natural,
de igual modo, en urbanismo
las componentes ambientales son
fundamentales en una propuesta más
ecológico, no solo para que esté en
armonía con la naturaleza, sino que
se eviten inútiles tecnologías costosas
y contaminantes que liberan en la
atmosfera dióxido de carbono. Estos
pilares son el asoleamiento, el viento,
la humedad y la vegetación y cada uno
tiene sus impactos a nivel macro y micro
dentro del contexto urbano, según las
características bioclimáticas propias de
un lugar. Es decir, no existen manuales
válidos para todos los casos, sin embargo,
hay ciertos lineamientos generales que se
pueden considerar a la hora de acercarse
al diseño.
Asoleamiento
El asoleamiento, básicamente, es
la exposición a los rayos solares, por
cierto, muy necesario porque aporta
benecios a la salud y también agrega
valor al ambiente urbano. La radiación
continua durante el invierno favorece un
mejor confort térmico tanto en espacios
abiertos como plazas o avenidas, que
dentro de edicios con ganancia de
manera directa o indirecta; además, el sol
es un bactericida, es uno de los elementos
básicos para que exista la fotosíntesis
de las plantas y, por lo tanto, necesario
para la vida. Sin embargo, es importante
mencionar que ciertos razonamientos
de aprovechamiento solar beneciosos
durante el invierno se convierten en
muy peligrosos durante la estación
del verano, puesto que la radiación
es mayor y el continuo asoleamiento
aumenta notablemente la temperatura
del aire y asimismo de los pisos duros
de los espacios públicos, así como de
los ambientes interiores de los edicios,
amenazando el cumplimiento del confort
térmico.
Un ejemplo de esta problemática
es el uso inmoderado e incoherente
de fachadas totalmente vidriadas en la
arquitectura contemporánea en latitudes
que no lo permiten, como en las zonas
tropicales (entre 23.5° Norte y 23.5° Sur),
donde la radiación solar elevada genera
un fenómeno de sobrecalentamiento
de los ambientes. Lima abunda de
edicios relativamente nuevos que
no se interrelacionan con el factor
del asoleamiento, creando de hecho
aumento de costos de equipos de aire
acondicionado. La capital peruana, como
todo el país, se ubica en la denominada
zona tropical, precisamente Lima se
encuentra a 12° de latitud Sur: eso implica
que el sol tiene doble dirección, una
prevalente desde el norte (de mediados
de febrero hasta nal de octubre) y una
desde el sur con menor duración (de n
de octubre a mediados de febrero) que
coincide con la temporada de verano
(Figura 3). Esta condición propia debería
ser básica en el diseño urbano, de espacios
públicos, áreas verdes, de orientación
de las edicaciones y sobre todo en la
dirección de los ejes viales.
L      : L - P
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Figura 3
Diagrama solar de Lima, Perú, 12° N - 77° O. En amarillo la dirección solar desde el norte
y en rojo la dirección desde el sur. Gráco elaborado a partir de Sun-Path de Andrewmarsh,
2021.
1. Por lo general, ejes prevalentes norte-
sur generan manzanas hacia el este y
el oeste, es decir, que potencialmente
reciben pueden recibir una correcta
iluminación natural con ciertas
precauciones en las fachadas oeste
muy asoleadas, en particular modo
durante el verano (Figura 4).
Figura 4
Esquema de asoleamiento en vías con eje norte-sur
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2. De lo contrario, ejes viales
prevalentes este-oeste generar frentes
exclusivamente hacia el norte y el sur,
por lo tanto, permite que una fachada
recibe iluminación directa durante los
meses cuya dirección solar es del norte
y otras tendrán irradiación durante
los tres meses de verano, provocando
alteraciones de la sensación térmica
por asoleamiento excesivo. De todas
maneras, la mejor solución es la
orientación ligeramente inclinada
con respecto al eje norte-sur, con el
n de que todas las fachadas reciban
la correcta iluminación durante todo
el año, con cuidado especial al frente
suroeste durante el verano.
3. El correcto asoleamiento a escala
urbana no solamente depende por
la dirección de los ejes viales, debido
a que eso puede ser inuenciado
por la trayectoria de los vientos
predominantes, sino además por la
relación entre altura de los edicios y
ancho de la calle. Con secciones viales
más anchas es presente un mayor
asoleamiento, por cierto, muy cómodo
durante la temporada invernal para
aprovechar de la calefacción pasiva,
pero se puede convertir en un
inconveniente a nivel térmico durante
el verano, cuando la estrategia más
coherente es la de protegerse de la
radiación. Por lo contrario, en calles
más angostas el sol puede llegar
exclusivamente a los pisos superiores y,
entonces, ser un problema durante el
invierno para los pisos inferiores que
en ningún momento lograrán recibir
la correcta iluminación (Figura 5).
Figura 5
Relación entre ancho de calle y asoleamiento
L      : L - P
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4.
Teniendo en cuenta que a latitudes
peruanas el sol tiende a la verticalidad,
es decir, tiene una elevación muy alta
durante todo el año, con mayores
inclinaciones en verano por supuesto,
hay que considerar un factor
importante en ámbito urbano: los
techos o, como suele llamarse también,
la “quinta fachada”. En la ciudad de
Lima, por ejemplo, los edicios no
tienen pendiente, vista la ausencia
de precipitaciones, sin embargo,
el techo es la parte más asoleada
del edicio, puesto que recibe una
enorme cantidad de radiación durante
todo el día y todas las estaciones. Eso
signica que los techos tienen un gran
potencial y deberían ser utilizados
para producir energía eléctrica, por
medio de paneles solares, o qui
transformarse en grandes huertos
urbanos con el n de reducir la isla
urbana de calor y de otorgar a la
población mayor supercie permeable
y poder regular la humedad. Es el
caso de las extensas supercies de
los techos de los centros comerciales
que son inutilizadas sino para alojar
equipos de aire acondicionado.
Viento
Los vientos son unos de los factores
s importantes en el diseño urbano
y a la hora del emplazamiento
arquitectónico, puesto que su presencia
es muy beneciosa para garantizar la
ventilación natural y la oxigenación
de los espacios, pero al mismo tiempo,
bajo ciertas condiciones particulares de
temperaturas y velocidad elevada, pueden
convertirse en un asunto delicado que va
a comprometer el alcance del confort.
Además, los vientos que mantienen una
cierta velocidad constante podrían ser
utilizados para generar algún tipo de
energía a bajo impacto ambiental y de
alta eciencia.
Figura 6
Gráco de los vientos anuales de la ciudad de Lima
Nota. Tomada de Climate Consultant 6.0, 2021.
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Analizando el gráco de la Figura 6,
los vientos en la ciudad de Lima tienen
una prevalencia desde el sur, es decir
del océano Pacíco con temperaturas
relativamente baja y un porcentaje de
humedad en promedio superior al 80%,
además tienen velocidad que alcanza
los 30 Km/h: eso signica que son
vientos que afectan el confort térmico
no solo en ámbito arquitectónico, sino
tambn a nivel urbano. Las intensas
corrientes de aire provenientes del
mar, por lo tanto, son una amenaza
para el bienestar de los ciudadanos
sobre todo cuando se trata de espacios
públicos directamente orientados a los
vientos, como en el caso del malecón.
Examinando los espacios urbanos de
uso común, como el gran parque, están
completamente expuestos a las corrientes
de aire y, entonces, los frentes de los
edicios que dan al malecón
están
afectados por la fuerte intensidad de los
vientos, comprometiendo
su confort y la
posibilidad de uso de dichas áreas verdes o
espacios públicos. Es importante tambn
recordar los valores límites de aceptación
de la velocidad de los vientos en base a sus
temperaturas (Higueras, 2006, p.166),
como se puede evidenciar en la Tabla 1: por
lo tanto, al ser fríos ya valores mínimos de
corriente pueden comprometer el confort.
Para dar soluciones a esta probletica,
es recomendado defenderse y no dirigir
los espacios abiertos contra viento, en su
lugar es mejor crear algún tipo de barrera
física que garantice una mejor circulación
de los peatones a nivel del piso.
Tabla 1
Límite de aceptación de la velocidad de los vientos en base a su temperatura
Límite de velocidad de viento en base a su temperatura
Temperatura (°C)
Velocidad
m/s Km/h
Fría ≤ 22°
0,5 1,8
Caliente ≥ 24°
3,5 12,6
Generalmente, la solución más típica
en contextos urbanos densos en ubicar
un espacio público, como una plaza o
plazuela, como en el caso de la gura
7-A, donde efectivamente está bordeado
de edicios que contienen el espacio
y al mismo tiempo evitan exponerlo a
los vientos desagradables. Sin embargo,
esta solución no siempre es la mejor,
por diferentes razones: primeramente,
la plaza está completamente cerrada y
entonces no hay posibilidad de ventilarla,
algo importante para el confort; además,
los edicios contraviento tendrán que
resolver el problema de las fuertes
intensidades con sistemas de protección
tipo celosías o parasoles que, dependiendo
de la orientación, podrían hasta tener
doble uso. En las guras 7-B y C se
demuestran posibilidades alternativas
utilizando la misma vegetación con
árboles frondosos de mediana altura,
dependiendo de la calidad del espacio
mismo, o en todo caso aprovechando
de la topografía natural o generando
una articial, para privatizar la plaza y
contemporáneamente proteger de los
vientos.
L      : L - P
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Figura 7
Esquemas de protección de un espacio público de los vientos. A: por medio de las mismas
edicaciones. B: por medio de la vegetación. C: por medio de la topografía
Figura 8
Consideraciones generales de diseño por viento
Naturalmente hay consideraciones
generales a tener en consideración,
sobre todo en ámbito arquitectónico de
emplazamiento y orientación (Figura 8):
1. Evitar, cuando posible, generar túneles
de aire porque pueden aumentar la
velocidad de los vientos y, entonces,
disminuir en confort ambiental.
2. Evitar, cuando sea posible, posicionar
edicios de manera que obstaculice
el pasaje de aire, como una barrera
al viento. Eso puede comprometer
la eciencia energética en la fachada
afectada.
3. Mejor solución es la de girar ligeramente
el edicio, para que no sea un objeto
contraviento o trabajar la volumetría
para que deje pasar el aire.
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4. Las formas más aerodinámicas son las
que permiten el pase de los vientos,
como las curvas o, de todas maneras,
formas cuadrangulares orientadas con
su eje longitudinal en dirección del
viento.
Humedad
La cuestión de la humedad es una de
las más discutidas puesto que se trata de
un tema bien complejo para arreglar,
sobre todo en ámbito urbano donde los
espacios abiertos pueden ser más difíciles
a controlar. No obstante, la regulación
de la humedad sea un parámetro
fundamental para establecer la calidad
del aire, algunas ciudades sufren de
niveles muy altos durante todo el año: es
el caso de Lima, donde constantemente
no va por debajo del 70% y, en invierno
en modo particular, logra alcanzar el 90%
y más con extrema facilidad (Figura 9).
Figura 9
Gráco de la humedad relativa en Lima. Los círculos superiores, en verde, representan el
porcentaje de la humedad relativa.
Nota. Climate Consultant 6.0, 2021
Entonces, ¿cómo enfrentarse a escala
urbana a niveles tan altos de humedad?
No hay una respuesta única, es decir,
muchos manuales de diseño bioclimático
de otros países con otros contextos
mencionan la importancia del vapor
de agua presente en el aire, como
estrategia de refrigeración (Hernández
Aja, 2013), sin embargo, en Lima las
condiciones son tan diferentes que no
sería conveniente y apropiado humedecer
los espacios, ni durante el verano. Para
poder responder a la pregunta anterior,
es importante estudiar el estado del aire,
a través del diagrama psicrométrico
(Figura 10), donde es posible analizar los
valores termo higrométricos de un lugar
especíco durante todo un año y entonces
establecer las estrategias bioclimáticas
más adecuadas.
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Figura 10
Diagrama psicrométrico de Lima
el n de reducir la humedad y tener una
sensación de refrigeración. En ámbito
urbano, eso implica el uso de sistemas
de protección solar de veredas,
plazas, plazuelas et., con la intención
de defenderse de la radiación y de
las mayores temperaturas; al mismo
tiempo, garantizar espacios bien
ventilados para mejorar la sensación
térmica.
3. Por lo general, en marzo-mayo y
septiembre-noviembre es importante
garantizar una buena ventilación
y protegerse del sol, sobre todo al
acercarse el verano. Estas indicaciones
valen sea para el diseño arquitectónico
que urbano.
Controlar la humedad en espacios
abiertos es bastante complejo porque
se vive a la merced de las condiciones
exteriores y, por lo tanto, difíciles de
manejar. El uso estratégico y cónsono
de la vegetación de gran masa ayuda sin
ninguna duda en este aspecto.
Nota. Tomada de Climate Consultant 6.0, 2021.
En el caso estudio de Lima, es posible
notar que apenas el 10% del año las
condiciones externas se ubican dentro
de la zona de confort; todo el resto
de los meses, efectivamente, hay que
implementar sistemas apropiados según
la estación:
1. Durante el invierno, es recomendable
protegerse de los valores muy altos
de humedad, conservar cuánto más
posible calor por radiación solar y
lograr un mínimo de ventilación
natural. En ámbito urbano, eso se
traduce en evitar grandes espacios
abiertos en dirección de corrientes de
aire, visto que éstas son muy húmedas
y frías; por otro lado, hay que crear
espacios públicos que aprovechen del
asoleamiento para que los habitantes
puedan gozar y disfrutar el calor
producido pasivamente.
2. Durante el verano, por el contrario, sería
más indicado controlar el acceso solar,
para evitar sobrecalentamientos de los
ambientes y ventilar naturalmente con
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Vegetación
Las áreas verdes en las ciudades son
beneciosas para la salud, el bienestar
psicofísico y para fomentar la ecología
urbana, entendida como la ciencia que
estudia las relaciones entre seres vivos y
ambiente (Vásquez, 2014) en ciudades
y centros poblados generalmente de
mediana o gran extensión. Las áreas con
vegetación juegan un papel fundamental
para reducir la isla urbana de calor, porque
restituyen suelo permeable a la ciudad y
luchan contra la “cementicación” de la
misma. Además de absorber dióxido de
carbono y producir oxígeno, los árboles
aseguran una cierta privacidad visual y
disminuyen los efectos del asoleamiento
directo. En verano, además, las hojas
de las plantas absorben la radiación y el
proceso de evaporación propio puede
contribuir a bajar la sensación térmica y
aumentar la refrigeración (Olgyay, 2008).
Algunas áreas verdes no son de altos
costos de mantenimiento puesto que los
mismos ritmos biológicos de la naturaleza
son suciente, sobre todo en grandes
parques zonales o forestales donde se
privilegia un estado más bucólico y no
articioso. Lamentablemente, en muchos
casos en la capital peruana, las áreas
verdes están diseñadas para cumplir casi
un apetito visual- estético y no funcional:
pasto, césped, ores no contribuyen
de la manera adecuada al gran papel
de regulador de humedad y protección
solar. La más importante plaza del país,
Plaza de Armas, carece de árboles de
gran tamaño para poder disfrutar de un
espacio público tan necesario en el casco
histórico: las actuales palmeras cumplen
exclusivamente un rol decorativo e
institucional, ya que no producen
sombras sucientes. A la hora de diseñar
nuevos espacios urbanos se deberían
tener en cuenta de algunos aspectos:
1. Las áreas verdes deben tener diferentes
escalas: parques y bosques periurbanos
ubicados en los extremos límites de la
ciudad, como colchones verdes que
regulan la expansión urbana; parques
lineales cuyo eje prevalente es el
longitudinal para ingresar dentro de la
ciudad y servir de conector verde para
otros; parques urbanos, de diferente
escala, en general abastecen un área
denida y tienen un rol importante
como espacios de recreación masiva;
plazas arboladas y alamedas verdes
tienen el papel de dar respiro entre
los edicios y de otorgar a toda la
población la posibilidad de gozar de
un espacio verde; huertos urbanos,
a escala de manzana, sirven para
acercar los habitantes a una nueva
forma de vivir la ciudad, es decir, a
través la agricultura urbana y su auto
sustentación. En el objetivo número 11
de los ODS (Objetivos de Desarrollo
Sostenible), denominado Ciudades y
comunidades sostenibles, las Naciones
Unidas expresan un punto muy claro
sobre el papel que tienen las áreas
verdes, como es posible ver en la meta
11.7: “De aquí a 2030, proporcionar
acceso universal a zonas verdes y
espacios públicos seguros, inclusivos y
accesibles (…)” (Organización de las
Naciones Unidas, 2021).
2. En las áreas verdes deberán estar
presentes diferentes tipologías de
vegetación, porque cada una puede
contribuir al objetivo común. Por esta
razón, habrá árboles con frondas muy
grandes como elementos cortaviento
y protección del polvo; setos altos
que también protegen del ruido y
prwservar los ecosistemas de fauna
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y microorganismos. Una mayor
variedad tipológica ayuda también a
contener mejor el terreno en caso de
erosión.
3. Las áreas verdes deberían estar
equipadas para su uso: bancas, juego
para niños, áreas para mascotas, zonas
de permanencias y todo aquello que
contribuya al disfrutar del espacio de
recreación.
4. Para mejorar la salud ciudadana es de
vital importancia comprender que las
calles, las plazas y plazuelas deben estar
arborizadas para contrastar los niveles
muy elevados de contaminación del
aire, absorber los ruidos y, además,
crear sombras muy importantes,
especialmente a latitudes tropicales.
Generar arborizaciones en las plazas
no signica convertirlo en un
parque: ejemplos en todo el mundo
demuestran que una plazuela es más
acogedora y tiene mayor vida si está
protegida por los rayos solares.
El rol, entonces, que el área verde tiene
dentro de un contexto urbano es bien
complejo, sin embargo, fundamental
no solo para cumplir con las metas
del objetivo 11, sino que también
para entregar a las presentes y futuras
generaciones una ciudad más habitable y
segura.
Discusión
Los componentes ambientales que
afectan y condicionan una ciudad deben
siempre verse de manera vinculada entre
sí, es decir, no es adecuado trabajar
por capas, sino visualizar la totalidad
de las problemáticas y entonces el
conjunto de respuestas. La ciudad de
Lima no resuelve de manera completa
las cuestiones medioambientales en sus
espacios urbanos, efectivamente carecen
plazas, plazuelas y áreas verdes de calidad
que no solo sirven para beneciar la
sociedad urbana, sino que también
sirven de colchón a dichas cuestiones.
Es importante, entonces, percatarse de
que la ciudad no se ubica a una latitud
mediana o baja: se posiciona en la zona
tropical con una fuerte radiación solar
durante todo el año con picos en el
verano donde la temperatura sube y la
humedad diurna baja ligeramente. Por
lo tanto, los espacios públicos no pueden
estar recubiertos exclusivamente de piso
duro, como podría suceder en París,
Londres o Estocolmo, por ejemplo,
donde el asoleamiento es un instrumento
de captación solar térmica y de ganancia
de calor.
En Lima es importante regular la
humedad, ventilar los espacios públicos,
pero no exponerlos a los vientos fuertes
del sur y dotarlos de vegetación con el n
de controlar el acceso solar. Un modelo
que merece mención es el utilizado por
la ciudad de Nantes, noroeste de Francia,
a unos 80 Km del océano Atlántico, a
la orilla del río de la Loira. La conocida
Île de Nantes, un barrio de la ciudad, se
ha transformado en menos de 30 años,
abandonando su vocación industrial y
otorgando nuevos retos a la ciudadanía,
con sus estrategias de apropiación
del espacio público por parte de la
población, a partir de las condiciones
bioclimáticas del lugar, evidentes a partir
de la elección de la vegetación local. Es
así, entonces, que el río se transforma en
un elemento de diseño del nuevo eco-
barrio, mezclándose con el pasto y la
vegetación y deniendo áreas de uso para
niños, adolescentes, adultos y mayores.
La calidad de los nuevos edicios, por
supuesto contribuye a que la misma
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población utilice los espacios y los vea
como propios (SAMOA, 2015).
De proyectos de esta ecacia es
importante poder individuar los
puntos clave destacados y no caer en la
imitación o mera inspiración, visto que
las condiciones bioclimáticas, sociales
y culturales son muy distintas y, por lo
tanto, las respuestas urbanas deben ser
coherentes con estas características y
consecuentes necesidades, como es el caso
de Puerto Madero en Buenos Aires, un
proyecto terminado en la primera década
de los años 2000 y que no solamente
ha podido regenerar un área que había
perdido interés inmobiliario, sino que ha
otorgado a la ciudad una calidad espacial
basada en grandes parques urbanos,
espacios públicos integrados y un sistema
de transporte público eciente (Garay
et al., 2013). Este tipo de intervención
fue tan signicativo que ha contribuido
a la centralidad metropolitana de Buenos
Aires, creando también nuevas rutas
turísticas en la ciudad.
Conclusiones
La falta de planicación urbana en
su totalidad de la ciudad de Lima, en
las décadas ha entregado a la ciudadanía
una urbe que carece de calidad
espacial y no resuelve los retos del siglo
XXI. El crecimiento por lote de las
municipalidades es una consecuencia de
la falta de un plano urbano colectivo-
ambiental, donde se individualizan los
objetivos comunes y los métodos para su
alcance.
La Organización Mundial de la
Salud recomienda un mínimo de áreas
verdes por habitante de 9 m
2
y la capital
peruana se posiciona entre las peores
ciudades en Latino América según este
índice. Posee un décit de 56 millones
de metros cuadrados («Áreas verdes:
Lima tiene un décit de 56 millones
de metros cuadrados», 2021). Cuenta
solo con una cierta cantidad de grandes
parques alrededor de urbe. Por eso, los
especialistas en diseño ambiental tienen
un papel estratégico para la formación
de nuevas generaciones de profesionales
para enseñar los valores de una ciudad
saludable, habitable y sostenible: la
correcta y adecuada planicación urbana-
ambiental es el único instrumento que
puede solucionar el grave dilema que
aige a nuestras ciudades de todo el país.
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